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JULI: LA ÚNICA Y VERDADERA CUNA DEL CHARANGO
ORIGEN DEL CHARANGO EN EL PERÚ VIRREINAL.
Del estudio de investigación “Origen del Charango en el Perú Virreinal”, como primer resultado, se deduce que el charango nació en la ciudad de Juli en 1590, en las aulas del Colegio de Artes fundado por la Misión Andina de los Jesuitas en 1577. Las primeras evidencias están plasmadas en los retablos de Challapampa y de Acora en el departamento de Puno, que contiene ángeles tocando charangos; obra del Jesuita Italiano Bernardo Bitti, quien llega al Perú 1575,se dedica a obras de arte en Lima hasta 1583; luego fue destacado al Cusco en 1584, e inmediatamente es transferido a Juli permaneciendo hasta 1591; en este primer periodo de su estancia en Juli, los primeros charangos son incluidos en sus obras de arte. Las condiciones que han permitido para que surja el charango en el virreinato del Perú son :
El fracaso de la primera etapa de evangelización de la población nativa inca reconocido por los Concilios Limensis I (1550) y II (1567).El III Concilio Límense (1582-1583) organizado por Santo Toribio de Mogrovejo; se aboca a superar las deficiencias de la primera etapa de la evangelización; poniendo en practica las directivas del Concilio de Trento sobre la aplicación del arte en todas sus manifestaciones al servicio del catolicismo, como fueron:
La Arquitectura, Pintura, Dibujo, Escultura, canto, música, danza, instrumentos de música, joyería, cerámica, teatro y vestimenta sacra; como medios facilitadores para la evangelización.
La Nominación al Virrey Francisco de Toledo (1569 -1581), fue crucial doonde se dio las condiciones para que surga el charango; fue el organizador del Sistema administrativo, político, tributario e implementador del Concilio Trento en el virreinato del Perú, quien solicitó la participación especial de la congregación Jesuita en el Perú.
La Presencia de los Jesuitas en el Perú, con un equipo de sacerdotes especializados en las artes de las diferentes especialidades y por una elite intelectual que estudiaron las sociedades andinas desde una perspectiva, etnográfica, Teológica y cultural, para diseñar una nueva estrategia de evangelización.La Presencia del Jesuita José de Acosta, quien participo en la gira del virrey Toledo por mas de 2 años. Estudió y analizó a las etnias Andinas, publicando en 1588 su obra “De Procuranda Indorum Salute”, obra teológica y pastoral, que contiene la estrategia y metodología para superar las deficiencias de la primera etapa de la evangelización, autor de la estrategia de la “inculturación” como alternativa de convivencia entre las religiones andina incaica y católica.
La Instalación de la Misión Andina Jesuita de Juli en (1576), donde se destacaron: equipos de Jesuitas, quienes se dedicaron al estudio de las etnias andinas , sus idiomas, sus religiones; el arte renacentista y barroco para su aplicación en la evangelización en las misiones donde fueron comisionadas. Para este propósito se crean dos centros educativas en Juli, el primero fue el seminario dedicado al estudio de la nueva estrategia de evangelización y el conocimiento de las Lenguas o idiomas nativos; y el segundo fue el Colegio de Artes donde estudiaron jóvenes andinos lupazas en 1577. COLEGIO DE ARTES PARA LOS LUPAKAS, MISION JESUITA ANDINA DE JULI, PUNO 1577. SEDE DEL ORIGEN DEL CHARANGO
La Creación de colegios para hijos de caciques, en las principales sedes de las misiones jesuitas : Lima o Ciudad de los Reyes, Cusco, Quito, Sucre, Ayacucho. Huancavelica y otros; que han permitido el estudio, su aplicación y Difusión de la experiencia del Colegio de Artes de Juli.
Los estudiantes del colegio de Juli, luego de aprender con rigor académica: música, canto, interpretan instrumentos de Música, aprenden a fabricar dichos instrumentos para abastecer a los templos, conventos, capillas y doctrinas de la Cuenca del Lago Titicaca.
Los instrumentos de cuerda europeos, según las directivas del Virrey Toledo, son accesibles solamente para los conventos, monasterios y para la música profana de los españoles y criollos; quedando prohibido su acceso a la población nativa inca.
Esta discriminación del acceso a los instrumentos de cuerda europeos a la población andina Inca, durante el proceso de evangelización, fue debido a que se asumía que estos instrumentos les inducían al pecado e impedían su cristianización.
Sin embargo en la población Lupaka e Inca había primero la curiosidad y luego el interés de contar con un instrumento de cuerda diferente a los instrumentos europeos de cuerda. Frente a esta demanda, los instrumentistas de la misión andina de Juli, diseñan y proponen el charango como un instrumento académico andino para esta población.
El charango es diseñado en Juli, después de una vasta experiencia en teoría musical y canto, de música renacentista y barroca aplicada a la liturgia católica. Además del pleno conocimiento en la interpretación y construcción de los siguientes cordofonos europeos: la guitarra renacentista, guitarra barroca, el requinto de la guitarra barroca; luego de contar con referencias del chitarrino de Italia por los jesuitas italianos surge el charango.
El charango fue validado en la Misión Andina de Juli, con la interpretación de la música sacra renacentista y barroca, como instrumentos melódico, armónico y solista. Posteriormente tuvo oportunidad de interpretarse música de los himnos sagrados virreinales en quechua, aymara, pukina y otros idiomas nativos. Finalmente este instrumento mostró su versatilidad para interpretar música andina de acuerdo con la idiosincrasia de estos pueblos.
Luego de su validación, el Charango es transferido a la población nativa para su uso, que fue bien recibido para interpretar melodías andinas; adoptándolos como instrumento andino, para este proceso fue difundido por los arrieros a los diferentes ámbitos donde las misiones jesuitas lo permitían su uso en forma restringida o clandestina y posteriormente a las grandes urbes mineras, comerciales y administrativas del virreinato del Perú, donde habían concentración de las mitas mineras y obrajes.
Para el diseño del charango los estudiantes lupakas de la Misión Andina de Juli, han considerado a los instrumentos de cuerda disponibles en el Colegio de Artes, tomando algunos de sus elementos: de la vihuela su apariencia general, por ser el primer instrumento que llego al virreinato que ha motivado curiosidad a la población nativa inca. De la guitarra renacentista su menor tamaño y el número de ordenes de sus cuerdas (4 ordenes: La – Mi – Do – Sol). De la guitarra barroca su sonido brillante, su capacidad de ejecutar música melódica, armónica. Del Requinto de la Guitarra Barroca, el tamaño pequeño; y las primeras 4 ordenes (La – Mi – Do – Sol ).A esa estructura, fue añadido un orden adicional de cuerdas en tono Mi aguda; consagrándose de este modo la estructura actual del charango (de 5 ordenes: Mi - La – Mi – Do – Sol). Del Chitarrino su tamaño diminuto, sus cuerdas en tonalidades agudas (de 4 ordenes: Mi – Si – Sol – Re); en similitud a la estructura del Charango, fue diseñada el Chillador de 5 ordenes ( Si - Mi – Si – Sol – Re) constituyéndose otro instrumento de la familia del Charango. Por su tamaño reducido facilitó su transporte a los centros de trabajo (minas, obrajes), pastoreo, los arrieros y su uso clandestino como instrumento solista.
El desarrollo de la música asociado a las danzas, canto y poesía andinas fue muy fructífera a pesar de las prohibiciones impartidas en el virreinato en contra de la práctica musical con instrumentos de cuerda por la población inca; sin embargo se ha mantenido la fortaleza de cuidar y cultivar sus tradiciones que se han traducido en danzas autóctonas o virreinales al compás del charango. Es necesario indagar las diversas danzas que todavía persisten y se bailan con las tonalidades del Charango. |
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